Una idea que nace en 1991 cuando el personal que aún laboraba en la desaparecida Fegua (Ferrocarriles de Guatemala), es informada de la intención gubernamental de declarar inservible la locomotora 205 —aún en funcionamiento—, con el propósito de venderla a un parque de diversiones del exterior.
Un hecho que motivó a varios sectores, entre trabajadores, personas e instituciones del movimiento cultural, a gestionar ante el gobierno el desistimiento de tal medida.
Y lograr así la permanencia y conservación de una máquina de vapor modelo 1948, un símbolo que representa la pujanza comercial durante la época revolucionaria, y una parte importante de la historia del país.
Y que aún despierta sentimientos de nostalgia entre los ciudadanos que vivieron durante aquella época, lo cual resultó en un apoyo invaluable y decidido.
Se recogieron 700 firmas entregadas al gobierno de turno para revertir la medida. Y en aparente omisión a esta demanda, discretamente tomó la decisión de conservar la locomotora 205 que hoy felizmente se conserva en el Museo.
Un segundo intento para vender al exterior una locomotora, esta vez la 34 —fabricada en 1897—, fue durante 1996 y 1997. Esta vez los trabajadores decididos a evitarlo se apostaron sobre la vía férrea para impedir que fuera sacada de la Estación Central.
La 34 únicamente saldrá del patio de Fegua sobre nuestros cadáveres, afirmaron esa vez los trabajadores ferroviarios.
Se convierte así la locomotora 34 en un signo de la resistencia a favor de la preservación cultural e histórica de Guatemala. Una expresión laboral que dio origen a la apertura del Museo.
El Ministerio de Cultura y Deportes, en 1995, lo declara Patrimonio Cultural de la Nación, por su edificio, patios, talleres y máquinas de carácter histórico.
Asimismo, se constituye el Centro Cultural Fegua —que incluye el Museo del Ferrocarril del departamento de Zacapa, antigua estación de trenes de oriente— que cuenta con un teatro cerrado y otro al aire libre.
Un espacio que, además, organiza actividades para visitantes niños, jóvenes y adultos: Bibliotecas itinerantes, cuenta cuentos y talleres de expresiones diversas.