Cientos de bomberos trabajan este martes para tratar de controlar un incendio fuera de control en una exclusiva zona residencial del oeste de Los Ángeles, en California.
El fuego se inició hacia las 10:30 de la mañana y pasó en pocas horas a quemar cientos de hectáreas en la zona de Pacific Palisades, un área de las colinas del noreste de la ciudad.
Las autoridades ordenaron evacuar a casi 30 mil vecinos y 13 mil viviendas están en riesgo, informó la jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, en una rueda de prensa.
El gobernador de California, Gavin Newsom, quien también participó en la conferencia, advirtió que la situación puede empeorar entre la noche del martes 7 de enero y la madrugada del miércoles 8, cuando se esperan ráfagas de vientos de hasta 160 kilómetros por hora.
"No crean que no están en peligro y sigan las órdenes para salir de sus casas", les pidieron a los residentes.
Lori Libonati es una de ellas. "Parece un infierno", le dijo al diario Los Ángeles Times antes de tener que abandonar la zona.
Las autoridades hablan ya de "varias estructuras quemadas". De momento no se han reportado heridos ni desaparecidos.
El Departamento de Policía de la ciudad ha enviado a 100 agentes a auxiliar en la evacuación de 10 mil residencias y 15 mil negocios, y tiene otros 60 elementos a la espera por si las circunstancias empeoran.
El proceso comenzó siendo caótico, debido a las características de la zona residencial, sin suficientes rutas de acceso.
La principal vía de entrada y salida se ha visto colapsada por momentos, entre vecinos que huían por miedo a ser alcanzadas por las llamas y bomberos que querían acceder a ella y las autoridades tuvieron que usar maquinaria pesada para retirar los vehículos que bloqueaban el acceso a los camiones cisterna.
También se ha habilitado un albergue que está recibiendo a los vecinos que tuvieron que dejar sus casas.
El incendio ha dejado una enorme nube de humo visible desde prácticamente todo Los Ángeles.
Fuente: BBC News Mundo
Imágenes: Getty Images